YOGA* PASIÓN POR VIVIR

EL ESPEJO INTERIOR

jueves, 17 de enero de 2013

El adiestramiento de la concentración

Tratamos de controlar nuestras acciones verbales y físicas con la practica de sila (moralidad, abstención de acciones de obra y de palabra que causen daño a uno mismo y a los demás); sin embargo, la causa del sufrimiento yace en las acciones mentales.Limitarnos a refrenar nuestras palabras y nuestros actos no tiene objeto mientras  la mente siga hirviendo en deseo y aversión, en acciones mentales perjudiciales. No podremos ser felices mientras sigamos desgarrados de esta manera. Tarde o temprano, el deseo y la aversión entraran en erupción y romperemos sila, dañandonos a nosotros mismos y a los demás.
Podemos comprender intelectualmente que realizar acciones perjudiciales es un error; al fin y al cabo, todas las religiones han predicado la importancia de la moralidad durante miles de años. Sin embargo, en cuanto llega la tentación desborda la mente y se rompe el sila. Un alcohólico sabe perfectamente bien que no debe beber porque el alcohol le hace daño, pero, en cuanto le surge el deseo, hecha mano del alcohol y se intoxica. No puede evitarlo porque no tiene control sobre su mente. Pero en cuanto aprendamos a dejar de forjar acciones mentales perjudiciales, resulta fácil abstenerse de las palabras y los actos perjudiciales.
Puesto que el problema se origina en la mente, es en la mente donde debemos enfrentarlo. Para hacerlo, debemos emprender la practica bhavana- literalmente <desarrollo mental>- o meditación en lenguaje comun.

La Vipassana
El arte de la meditación

Willian Hart

Clases de Meditación 600 269 851

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