En esta ocasión masajearemos los pies, si hay alguna parte de nuestro cuerpo que merezca una atención especial, esa son los pies. Son los grandes olvidados y al mismo tiempo decisivos en la postura corporal.
Psicológicamente es el punto en que experimentamos nuestro contacto con el terreno que nos sostiene. Es donde sentimos, si tenemos la suerte de experimentar esta vivencia, que estamos "arraigados".
Además desde el punto de vista de los músculos y los huesos, es increíblemente compleja. Si pudiera quitarse la piel, encontraríamos una estructura compuesta por 26 huesos distintos!!!
Pero lo mas importante para los que practicamos masaje, es el papel que desempeña dentro del sistema nervioso. En la planta del pie se encuentran concentradas, literalmente, miles de terminaciones nerviosas cuyos extremos opuestos están situados en todo el resto del cuerpo. Al masajear el pie producimos un estímulo que afecta a todo el organismo. Por tanto lo mimaremos con atención.
Aprovecharemos la ocasión también para comenzar a ejercitar los músculos mentales que nos hacen absoluta y directamente responsables de nuestra propia felicidad, pues como explica maravillosamente Mattie Ricard en su libro "En defensa de la felicidad"
Vivir las experiencias que nos ofrece la vida es obligatorio, sufrirlas o gozarlas es opcional.
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